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Centro de educación sexual integral | CESI

Centro de educación sexual integral

CESI: organización con más de 15 años de experiencia en apoyo a establecimientos escolares de todo el país en el desarrollo de planes y programas de educación en afectividad, sexualidad e inteligencia emocional.

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Preguntas sobre ed. afectiva y sexual

  • ¿Cuál es el objetivo de la educación sexual?
    La educación sexual tiene como principal objetivo la articulación y generación de conocimientos, habilidades y actitudes para que las y los estudiantes adquieran progresivamente criterios para conducir su proyecto de vida, cuidar de su salud y lograr un mayor conocimiento de sí mismos, que les permita comprender la etapa del ciclo vital que están viviendo e integrar la afectividad y sexualidad como un área más de su desarrollo, en un marco de responsabilidad, inclusión y respeto a la diversidad sexual, social y cultural ( OPORTUNIDADES CURRICULARES PARA LA EDUCACIÓN EN SEXUALIDAD, AFECTIVIDAD Y GÉNERO, Mineduc 2018)
  • ¿Cuál es la importancia de tener una ley de educación sexual y afectiva ?
    Una ley en educación sexual y afectiva propenderá el desarrollo integral de las y los estudiantes. Entendiendo que la sexualidad humana conecta todo: La educación afectiva y sexual, debe comprender no solamente los aspectos preventivos, o aspectos genitales, sino más bien debe comprender aspectos culturales, sociales, éticos, entre otros, en miras de una buena convivencia. De aquí que la educación afectiva y sexual, no es resorte de una asignatura específica, sino que debe ser integrada de manera transversal dentro del currículum. El gran desafío de esto es poder integrar dentro del currículum distintas temáticas como: educación sexual y afectiva desde el desarrollo evolutivo educación no sexista y el acompañamiento a la diversidad sexual
  • ¿Qué es sexualidad?
    La sexualidad humana refiere fundamentalmente a quienes somos y como nos vivimos desde el sexo que somos. En otras palabras, refiere a una dimensión central del ser humano que abarca la identidad sexual, el género, la orientación del deseo, las conductas eróticas, los deseos, la reproducción , la espiritualidad, la moral, la ética y el placer; y se experimenta y se expresa en pensamientos, sentimientos, comportamientos y relaciones interpersonales. La definición de la sexualidad humana ha sido enriquecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que la conciben como un aspecto integral de la salud y el bienestar, y reconocen que abarca no solo la dimensión física, sino también la emocional, psicológica y social de las personas.
  • ¿Cuál es el vínculo entre afectividad y sexualidad?
    Desde los planteamientos del Dr. Ricardo Capponi, la sexualidad humana está siempre ligada a la afectividad, considerando esta última como una vivencia permanente respecto a la relación que cada sujeto establece con el ambiente, y, por tanto, con lo que lo rodea y lo "afecta". Distinguir el "afecto" de otras ideas como "amor", "cariño" o "aprecio", es fundamental para entender que, dado que la sexualidad es una dimensión unificada de la experiencia de los sujetos, los afectos están siempre contenidos en ella, e intervienen a nivel motivacional y evaluativo en cada encuentro.
  • ¿Qué se debería considerar para trabajar la educación afectiva, sexual integral cómo una política ministerial?
    Una política nivel nacional sobre educación afectiva y sexual integral debiese considerar: · transformación curricular, · participación de las familias · formación inicial docente · los espacios educativos no formales La política debe considerar siempre: · El Respeto por el proyecto educativo de cada escuela junto con el contexto territorial donde se desenvuelve · La participación de las familias en el diseño y desarrollo de los planes de educación sexual, ya que ellos son los primeros y principales educadores de sus hijos e hijas De esta manera pasa a ser una acción integradora en toda la comunidad educativa
  • ¿Cómo me puedo educar en educación afectiva y sexual para apoyar a mis hijos e hijas?
    Para mejorar tus conocimientos sobre educación afectiva y sexual, puedes asistir a charlas y reuniones que organizan las escuelas y liceos con programas de educación afectiva, sexual y de género, según lo indicado por el MINEDUC. También puedes buscar información en páginas web de organismos oficiales especializados, como la fundación CESI, donde hay documentos y materiales útiles, incluyendo talleres para hacer en casa. Otra opción es leer libros como "Cómo educar niñas y niños sexualmente inteligentes" del Dr. Rodrigo Jarpa, quien es codirector de nuestro diplomado.
  • ¿Por qué las familias deben participar de la educación afectiva y sexual de sus hijos e hijas?
    Los padres/madres son los primeros educadores sexuales de sus hijos/as, transmitiendo valores, actitudes y nociones sobre comportamientos adecuados/inadecuados, y, por tanto, son artífices de la conciencia moral de sus hijos/as. Su rol es generar un marco de confianza y ofrecer explicaciones adecuadas a la edad de los hijos/as para adquirir conocimiento y respeto por el propio cuerpo y límites de conducta. Según algunos estudios, la participación de los padres/madres en programas formales de educación sexual en la escuela puede generar cambios en los comportamientos eróticos de los/as jóvenes.
  • ¿Qué se debe enseñar de acuerdo a la edad de los niños, niñas y adolescentes?
    La sexualidad humana refiere a cómo los hombres y mujeres se expresan y relacionan como seres sexuados en sociedad, y no solo a los aspectos genitales que suelen asociarse a esta noción. Por lo tanto, la educación sexual principalmente debe aspirar a que cada persona pueda valorar, expresar y disfrutar de su dimensión sexual (y no meramente genital), considerando la adquisición progresiva de habilidades que le permitan evitan dificultades y que la insten a respetar a los demás. En este entendido, la educación sexual en las familias tiene más relación con un “enseñar a vivir y convivir” que a una lista de instrucciones para el uso o conocimiento de los genitales. En otras palabras, el temario que se propone para las familias podría parecerse más al “arte de conocerse, encontrarse y aprender a amar” que a un decálogo de “conceptos anatómicos y sus funciones específicas”.
  • ¿Qué debiese contemplar un programa de educación en afectividad y sexualidad integral?
    Según UNESCO (2019) un programa de Educación Integral en Sexualidad (EIS) debe ser científicamente precisa, gradual, adecuada a cada edad y etapa del desarrollo, y estar basada en un currículo oficial. Además, debe considerar la dimensión sexual como una vivencia integral de los sujetos humanos, y, por tanto, cruzada en un enfoque de derechos humanos y de igualdad de género. En consecuencia, un programa de EIS debe estar diseñado para proporcionar a los/as estudiantes la información adecuada sobre la expresión de la sexualidad, la salud sexual y reproductiva, los derechos humanos y la igualdad de género. Además, debe abordar temas como la violencia de género, los comportamientos sexuales ligados al uso de los genitales, el abuso sexual y la prevención de posibles prácticas nocivas. Finalmente, debe considerar un trabajo a lo largo del tiempo durante toda la educación formal, y no solamente en una lección o intervención única o esporádica, con el fin de empoderar a los/as estudiantes y mejorar sus aptitudes analíticas y de comunicación para nutrir la salud y el bienestar en términos generales.
  • ¿Qué contenidos se debe enseñar a cada edad desde la escuela?
    Se deben considerar contenidos que vayan de acuerdo a la edad y al desarrollo evolutivo de cada estudiante, haciéndose cargo de las dudas e inquietudes que vayan presentando, siempre desde una mirada reflexiva, favoreciendo el pensamiento crítico y en coherencia con el proyecto educativo del establecimiento. La Unesco (2010) establece ocho conceptos claves para la educación en sexualidad que se deben tener en cuenta en el curriculum escolar, según la edad de los estudiantes. Para niños y niñas de 5 a 8 años, se enfatiza en la enseñanza de habilidades básicas para la comunicación, la toma de decisiones y la resolución de conflictos. En el grupo de edad de 9 a 12 años, se incluye información sobre el desarrollo de la pubertad, la diversidad de género, la prevención del abuso sexual y la promoción de relaciones saludables y de igualdad de género. Para los estudiantes de 12 a 15 años, se aborda la educación en sexualidad de una manera más amplia, que incluye temas como la anticoncepción, la prevención de ITS y el VIH, y la prevención de la violencia de género. También se incluye información sobre la identidad sexual, la orientación sexual y la diversidad sexual. Finalmente, para los estudiantes de 15 a 18 años, se enfatiza en la responsabilidad y en la toma de decisiones en el ámbito sexual, se proporciona información detallada sobre el VIH y las ITS, y se incluye la promoción del sexo seguro y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
  • ¿Qué normativas y leyes apoyan la implementación de la educación sexual en escuelas?
    Desde el año 2011, Chile cuenta con la ley 20.418, que establece el derecho de toda persona a recibir educación, información y orientación en materia de fertilidad, sexualidad y afectividad, siendo obligatoria su implementación desde la educación media. La ley también tiene como objetivo prevenir el embarazo adolescente. Por otro lado, la Ley General de Educación de Chile (LGE), en su artículo 16, establece que la educación sexual debe ser parte de la formación integral de los estudiantes y ser impartida por los establecimientos educacionales, en conjunto con los padres y apoderados. Además, se establece que esta educación debe ser integral, científica y respetar los valores y convicciones de cada persona. En 2018, se publicó la Ley de Identidad de Género, que reconoce el derecho a la rectificación de sexo y nombre registral en personas trans a partir de los 14 años y establece principios de no patologización, no discriminación, confidencialidad, dignidad en el trato, interés superior del niño y autonomía progresiva. En 2022, se estableció la circular 812, conocida como “circular Trans”, que garantiza el derecho a la identidad de género de niños, niñas y adolescentes en el ámbito escolar. También se estableció la obligatoriedad estatal de garantizar una educación sexual y afectiva integral en los establecimientos educativos y promover ambientes libres de violencia, maltrato y bullying. Además, se propone una supervisión directa de los padres/cuidadores en la educación sexual.