Las escuelas, como espacio de aprendizaje, seguridad y socialización se han vuelto indispensables para la promoción del desarrollo integral de todos/as sus integrantes. Por lo mismo, la convivencia escolar ha emergido como un foco central de atención para la gestión institucional, toda vez que permite articular coordinadamente los planes y programas que, de forma conjunta, buscan promover el desarrollo armónico de la comunidad, considerando los valores particulares en cada contexto. En este marco, el plan de Educación Afectiva, Sexual y de Género (MINEDUC) representa una oportunidad interesante para que, desde planteamientos y praxis sólidas, las comunidades educativas puedan articular diferentes elementos que apuntan a la integralidad del aprendizaje, en el entendido que todos compartimos la condición sexuada humana; por tanto, somos sujetos sexuados que han decidido convivir.
⭐¿Es posible plantear un modelo de convivencia que valore el hecho de ser sexuados?
⭐¿Es posible pensar en una educación de la sexualidad que no remita exclusivamente a la vía genital, para darle así un carácter humanizado?
⭐¿Podemos plantear una mirada de la sexualidad humana que destaque el valor de la condición sexuada y de los encuentros propios de la convivencia, considerando todo aquello que nos hace ser quiénes somos?
💡En torno a estas ideas, vamos a elaborar un posible camino de descubrimiento y curiosidad, para permitirnos repensar en el rol de la escuela, y en específico de lo que entendemos por educación sexual, con miras a la convivencia escolar y al desarrollo de planes de guía centrados en los/as sujetos/as, y no tanto en los eventos (riesgos) o parcialidades.
Abordemos juntos: ( temas del encuentro)
⭐ Articulación y programa de educación en sexualidad ⭐ Propuesta para una educación sexual con valor
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¡Nos vemos!