Un profundo rechazo social generó la campaña publicitaria de una conocida marca nacional de ropa interior a raíz de que ésta contenía la foto de una pequeña niña en una pose un tanto sexy con un helado en la mano promoviendo unos calcetines. A través de redes sociales las personas comenzaron a acusar una peligrosa sexualización infantil. La compañía de ropa interior anunció públicamente que retiraría de todos los lugares dicha publicidad.
Ya en 2007 la Asociación Americana de Psicología (APA) luego de un trabajo de 5 años emitió un reporte sobre el tema (The Task Force on the Sexualization of Girls) que integró la teoría psicológica, la investigación y la experiencia clínica sobre las consecuencias en el desarrollo y salud de las niñas, adolescentes y sus repercusiones en la interacción social. En este trabajo se mostró que la sexualización infantil, y en especial a través de mercantilización sexual de las niñas a edades muy tempranas y de manera velada a través de modas, imágenes y videos, es una forma de violencia que ofende la dignidad de las niñas y niños y perjudica su desarrollo como personas al ser usadas como objeto de mercantilización. Situación que además pone en riesgo su seguridad, pues podía llegar a relacionarse con el maltrato, abuso sexual y pedofilia.
Lo nocivo de la sexualización infantil a través de los medios de comunicación, publicidad y redes sociales es que se transmite un peligroso mensaje a los niños y a las niñas, se les muestra que el erotismo puede proporcionar grandes beneficios sociales, los confunde puede tener un gran impacto en el desarrollo de su identidad y personalidad al transitar demasiado velozmente hacia la vida adulta, adoptando roles para los que no están preparados psicológicamente y no son capaces de comprender realmente.
¿Qué podemos hacer para protegerlos?
1-Educar a los niños y niñas en valores que realcen más los atributos de la personalidad que los físicos,
trabajando con ellos al mismo tiempo su autoestima de manera positiva.
2-Promover la educación sexual hablándoles sobre el cuerpo y su sexualidad para fomentar en ellos una personalidad crítica que los haga menos vulnerables al abuso.
3-Regular el acceso al contenido mediático al que están expuestos los niños y niñas más pequeños como también reclamar la regulación de contenidos sexuales en los medios, como por ejemplo la publicidad, la televisión e, incluso, en la música o las marcas de moda.